viernes, 28 de septiembre de 2012

Casa Gilardi 1976 - Luis Barragan

CASA GILARDI 1976 | LUIS BARRAGÁN



En una calle de la ciudad de México, en un estrecho y alargado terreno de 10x36 metros, entre tres muros medianeros y una fachada al alineamiento, Barragán, a sus 80 años de edad y casi 10 años después de inactividad, realiza una de sus obras mas fotografiadas, muy poco representativa para algunos y su ultima obra maestra, para otros. Ordenada sobre un eje a lo largo del terreno, que se desliza con un pequeño impacto urbano por fuera e intimista por dentro. El reducido pero potente volumen rosa se defiende de la calle y se vierte el interior, descomponiéndose hacia el pequeño patio conformado tanto por el volumen delantero (servicios, dormitorios) como por el trasero (salón-comedor-piscina) ambos unidos por un corredor mágico. Todo aquello configura un patio que rodea a un hermoso árbol, el cual debía ser respetado como condicionante al propietario, que resalta con sus ramas o flores los altos lienzos monacales.





La disposición en planta descubre poco a poco los espacios a través de filtros de luz y silencio. Un mundo de sensaciones: sencilla entrada, el pasillo se amplia, la escalera sin barandilla levita y asciende por el efecto de luz cenital, nos atrae un emocionante corredor invadido por la suave luz amarillenta que se filtra por una serie de aberturas verticales con vidrios de color onix, al final de la cual una puerta da paso a un espacio austero que solo contiene una pequeña alberca, una rustica mesa de comedor, sus sillas y un aparador, mientras un inquietante muro rojo sujeta el tragaluz y baña la piscina, el resto el todo luz. Esa piscina-estar-comedor es el espacio central de la casa: un ámbito mágico donde el piso se interrumpe en un callado paso entre lo sólido y lo líquido, pues el estar-comedor se instala a orilla del agua de la alberca, y el muro de color rosa, que se hunde en ella, vibra con las geometrías producidas por la cambiante luz cenital que va transformando el espacio a lo largo del día.











El mensaje universal de Luis Barragán posee respuestas capitales ya que, como él dijo: "...el hombre ha buscado siempre protegerse de la angustia y el temor. Ha procurado que los espacios que habita promuevan en su ánimo la serenidad...", dado que, como también llegó a explicar de manera por demás generosa: "...hemos trabajado [...] con la esperanza de que nuestra labor [...] coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad. Si al lograr reunir en nuestras obras algunos de estos conceptos no logramos resolver los problemas del hombre, al menos cooperamos a hacer su vida más plena, más hermosa y más llevadera y lo ayudaremos a no caer en la desesperanza..."

Más Información:
http://cavicaplace.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Enhorabuena por el excelente post sobre esta obra maestra de la arquitectura residencial! Leyendo los escritos de Barragán me he encontrado con una muy curiosa información sobre el muro de la piscina. Adjunto enlace a una breve entrada que ehe escrito sobre el tema por si a alguien le interesa echarle una ojeada:http://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2013/07/16/la-verdad-de-un-muro-falso/
    Saludos,
    Iago López

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